el d_efecto barroco: políticas de la imagen hispana

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Forges y la conquista

También Forges reprodujo, como suyo, el tono ecuménico del relato oficial de la conquista americana, en una página de su «Historia de aquí», publicada en 1980 (cap. 26, dedicado al tema).

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La tradición artística como factor de colaboración en el régimen franquista de 1940 a 1960

«La tradición artística como factor de colaboración en el régimen franquista de 1940 a 1960».

Fuente: http://www.soymenos.net/Arte%20y%20colaboracion%20en%20el%20franquismo.pdf


Antoni Tàpies y Eugenio d’Ors

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Barceló, los toros, el dinero y el barroco

Celebra el diario El País que Miquel Barceló se convierta en «el artista español vivo más cotizado en una subasta», gracias a la venta del cuadro «Faena de muleta», pintado en 1991. Dice que «entra por la puerta grande del mercado».

En fin, el cuadro es una verdadera porquería (el de arriba es «Faena de muleta»).

cuadros_subastados.jpg

Se me ocurrió mirar las críticas que en su día se hicieron de la obra y bingo! He aquí lo que me encuentro. Pintar toros es lo más barroco que hay!!!!!!

barcelo_en_los_toros.jpg

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El barroco, ¿estilo manifiesto de lo hispano?

El barroco, ¿estilo manifiesto de lo hispano? from jorge marzo on Vimeo.

¿Es lo barroco una esencia «natural» de lo latino, la fuente de una tradición latinoamericana común? ¿O es un discurso elaborado, destinado a servir a las estrategias de una determinada elite? ¿Qué consolida la tradición narrada desde lo barroco?

Entre 2005 y 2009, entrevistamos a un gran número de políticos, académicos, artistas y responsables culturales de México, Perú y Chile a fin de disponer de un caleidoscopio sobre las relaciones entre el arte, la cultura y el poder en esos países. En el siguiente bloque (El barroco, estilo «manifiesto» de lo hispano), fueron entrevistadas las siguientes personas:

-Alex Ángeles, artista, miembro fundador de Perú Fábrica, Chaclacayo
-Cecilia Bakula, Directora Nacional del Instituto Nacional de Cultura, Lima
-Cristian Bendayán, artista visual, Lima
-Gustavo Buntinx, crítico de arte, Lima
-Alfredo Márquez, artista visual, miembro fundador de Perú Fábrica, Lima
-Ramón Mújica, antropólogo y escritor, Lima
-Ana Orbegoso, artista visual, Lima
-Luis Repetto, director del Instituto Riva Aguero, Lima
-Augusto del Valle, filósofo y crítico de arte, Lima
-Jorge Villacorta, crítico de arte, Lima
-Roger Bartra, antropólogo y escritor, UNAM, México DF
-Olivier Debrois, crítico de arte y comisario, México DF
-Gerardo Estrada, director de Difusión Cultural de la UNAM, México DF
-Enrique Florescano, antropólogo y ex-director del Instituto Nacional de Antropología e Historia, México DF
-Montserrat Galí, historiadora del arte, Puebla
-Leonardo Da Jandra, filósofo y escritor, Oaxaca
-Alfredo López Austin, antropólogo de la UNAM, México DF
-Fernanda Matos, directora del Museo Nacional de Arte, México DF
-Cuauhtémoc Medina, crítico de arte y comisario, México DF
-Gilberto Prado, director de Difusión Cultural de la Universidad Iberoamericana, México DF
-Francisco Carballo, politólogo, Londres
-José Luis Ravé, historiador, comisario del proyecto Andalucía Barroca, Sevilla
-Pedro Respaldiza, historiador, comisario del proyecto Andalucía Barroca, Sevilla
-José Luis Romero Torres, historiador, Dirección General de Bienes Culturales, Junta de Andalucía, Sevilla
-Martin Hoppenhayn, Director de la División de Desarrollo Social de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL-ONU), Santiago de Chile
-Sergio Rojas, crítico de arte y filósofo, Santiago de Chile
-Justo Pastor Mellado, crítico de arte y curador, Santiago de Chile
-Francisco Brugnoli, artista y director del Museo de Arte Contemporáneo (MAC) de Santiago de Chile
-Jorge Larraín, vicerrector de la Universidad Alberto Hurtado, Santiago de Chile
-María Berrios, socióloga, Santiago de Chile

Para la exposición «El d_efecto barroco. Políticas de la imagen hispana» (CCCB, 2010-2011).

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Latinoamérica: un relato de integración

¿Fueron las colonias españolas el ejemplo de integración que muchos defienden? ¿Cómo se ha construido la memoria emblemática del mestizaje? ¿Podemos considerar que el discurso del sincretismo cultural se ha asentado con éxito en las estructuras sociales?

Entre 2005 y 2009, entrevistamos a un gran número de políticos, académicos, artistas y responsables culturales de México, Perú y Chile a fin de disponer de un caleidoscopio sobre las relaciones entre el arte, la cultura y el poder en esos países. En el siguiente bloque (Latinoamérica: un relato de integración), fueron entrevistadas las siguientes personas:

-Alex Ángeles, artista, miembro fundador de Perú Fábrica, Chaclacayo
-Cecilia Bakula, Directora Nacional del Instituto Nacional de Cultura, Lima
-Gustavo Buntinx, crítico de arte, Lima
-Diana Guerra, gestora cultural, profesora universitaria, Comisión de Promoción del Perú para la Exportación y el Turismo (PROMPERU), Lima
-Xavier Lanata, pedagogo, Cusco
-Flor Canelo, directora de la Asociación Cultural QANTU, Cusco
-Alfredo Márquez, artista visual, miembro fundador de Perú Fábrica, Lima
-Ramón Mújica, antropólogo y escritor, Lima
-Armando Nieto, antropólogo, Lima
-Ana Orbegoso, artista visual, Lima
-Kike Pinto, músico, director de escuela, Cusco
-Jorge Villacorta, crítico de arte, Lima
-Carmelo Angulo, embajador de España, México DF
-Roger Bartra, antropólogo y escritor, UNAM, México DF
-Enrique Florescano, antropólogo y ex-director del Instituto Nacional de Antropología e Historia, México DF
-Montserrat Galí, historiadora del arte, Puebla
-Alfredo López Austin, antropólogo de la UNAM, México DF
-Porfirio Muñoz Ledo, ex-secretario de educación, ex-embajador, México DF
-María Eugenia Rodríguez, historiadora del arte, Toluca
-Francisco Carballo, politólogo, Londres
-Xavier Rubert de Ventós, filósofo, Barcelona
-Leonardo da Jandra, filósofo y escritor, Oaxaca
-Martin Hoppenhayn, Director de la División de Desarrollo Social de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL-ONU), Santiago de Chile
-Ramón Castillo, Curador jefe del Museo de Bellas Artes de Santiago de Chile
-Arturo Navarro, Director del Centro Cultural Estación Mapocho, Santiago de Chile
-Sergio Rojas, crítico de arte y filósofo, Santiago de Chile
-Justo Pastor Mellado, crítico de arte y curador, Santiago de Chile
-Freddy Timmermann, historiador, Santiago de Chile
-Francisco Brugnoli, artista y director del Museo de Arte Contemporáneo (MAC) de Santiago de Chile
-Juan Alegría Licuime, historiador, Santiago de Chile
-Marco Antonio Huesbe, historiador y director del Centro de Estudios Culturales de la Universidad de Chile en Valparaíso
-Jorge Larraín, vicerrector de la Universidad Alberto Hurtado, Santiago de Chile
-María Berrios, socióloga, Santiago de Chile
-Guillermo Machuca, crítico de arte y curador, Santiago de Chile

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La Petroteca

La Petroteca from jorge marzo on Vimeo.

Me habían hablado de ello, pero vagamente. Muchos mexicanos, cuando hablan de algo, siempre lo hacen vagamente, “por si acaso”. En fin, decidí ir a visitarlo. Estando ya en Zacatecas, qué menos podía hacer que comprobar la veracidad de la historia. Así que me fui a la Oficina de Turismo para ver dónde estaba la famosa iglesia.

-¿Me podría decir dónde está el extemplo de San Agustín, por favor?

-Ya no es un templo, ahora es un museo -me respondió muy educadamente el joven tras el mostrador, rodeado de mapas, de ofertas hoteleras y de videos de promoción.

-Sí, tengo entendido que había sido uno de las iglesias más significativas en tiempos coloniales pero que quitaron todo vestigio de su estilo barroco, ¿es cierto?

-En efecto, ahora son puras paredes blancas. Cosa de los cristianos protestantes –respondió displicente el, a todas luces, estudiante de turismo. Y añadió:

-Pero no se preocupe, guardamos todas la piedras “por si acaso”.

Así que era cierto. Existía la iglesia. La verdad, yo no había oido nunca hablar de algo parecido. Muchas iglesias exuberantes construidas en la zona durante el XVII y XVIII habían desaparecido bajo el fragor de las leyes juaristas de Reforma o entre el fuego de las guerras cristeras. Pero que se hubieran guardado las piedras, perfectamente clasificadas y documentadas, en dependencias internas del antiguo templo era algo simplemente extraordinario; y más en un país, cuyo fenomenal patrimonio se está perdiendo por todas partes a causa de una errática y pobre política de conservación. ¿Por qué tanto interés en guardar esas molduras y volutas barrocas, y, en cambio, dejan que los fenomenales frescos indígenas de Ixmiquilpan -en el estado de Hidalgo- se borren cada día un poco más?

Me dirigí ansioso hacia la dirección que el joven me dio al tiempo que me pedía que regresara más tarde, subrayando que “si le interesa la arquitectura colonial, está usted en el lugar adecuado. En Zacatecas, no hay otra cosa”. Cuando llegué, me encontré frente a una antigua iglesia de bellos y sobrios contornos cuya fachada era completamente blanca, lisa y encalada. Ni un solo motivo ornamental. Subí las escalinatas del pórtico y me metí dentro. Efectivamente, también los muros de las naves estan encalados y desprovistos de todo adorno: ni esculturas, ni pinturas, nada. Sólo despuntaban las pilastras y las molduras de piedra, que por evidentes razones técnicas, no habían podido extraerse. El espacio servía como lugar de exposiciones, y como en esos días no había ninguna, la sensación de desnudez se hacía más palpable.

Ví a alguien sentado en plena hueva en una silla justo en lo que había sido antes el altar y deduje que se trataba del vigilante. Le pregunté por el almacén de las piedras: -Sí, está ahí dentro, pero ahorita no se permite la visita al público-, dijo, mientras me escrutaba con expresión adusta, creo que porque había intuido mi acento gachupín. Inventé impulsivas razones para que me dejara entrar. No hubo manera. Finalmente, la conocida máxima del general Obregón allanó el camino: un cañonazo de 50 pesos, y la puerta se abrió.

Y ahí estaba. La petroteca, se llama. Dispuestas en anaqueles corridos junto a las paredes de una enorme sala, las piedras que una vez formaron uno de los conjuntos más elegantes del barroco zacatecano reposaban ahora como inermes mariposas disecadas en la vitrina de un museo natural. Siente uno estupor ante tal imagen. ¿Qué misterioso impulso puede haber llevado a un país, que tan largamente dice haber batallado por deshacerse de todo lastre colonial, a realizar semejante esfuerzo ilustrado, taxonómico, taxidérmico y de conservación sobre la memoria arquitectónica virreinal?

Mientras fotografiaba la sala a toda velocidad, el vigilante, también presuroso ante la posibilidad de que apareciera su jefe, me introdujo en la historia apasionante del edificio. Comenzada su construcción como convento agustino a finales del siglo XVI, a principios del XVII adquiere su forma plenamente barroca hasta que en 1782 fue nuevamente bendecido con algunas remodelaciones. Tras las leyes expropiatorias de Reforma de mediados del siglo XIX, el convento fue convertido en hotel, y el templo, completamente mutilado, sirvió como billar y cantina. En 1882, es vendido a la estadounidense Sociedad Presbiteriana de las Misiones, que en virtud de su actitud iconoclasta, suprime la fachada. Es entonces, cuando se decide conservar las piedras. Años después, se convierte en vecindad, agregándosele pisos y abriéndose ventanas. En 1948 comienzan las labores de recuperación y restauración, que concluyen en 1969.

Entusiasmado como un botánico que hubiera encontrado una especie desconocida, regresé a la Oficina de Turismo en busca de más información. De nuevo, me saludó el joven aprendiz de guía tras el mostrador.

-Querría todo lo que pueda darme sobre el tema, le espeté.

-Pues no tenemos nada en concreto, pero si le interesa el barroco puede pedir en dirección, en el piso de arriba, una carpeta muy completa que se llama “Tesoros Coloniales de México”. Incluye video y toda la cosa.

Allí fui directo. Me presenté muy formalmente con no sé qué patraña de unos estudios para una televisión española, pues tengo comprobado que las manifestaciones de interés personal suelen costar dinero. Puse el tono de voz adecuado y no falló: me hice con la documentación. Al salir, la directora, muy amable, me dijo, con aire de complicidad: -Puede usted ir donde quiera, pero si pregunta a cualquier mexicano qué parte de su ciudad le gusta más, siempre le contestarán: pues el centro histórico. México es muy bonito.

Dos años más tarde, acompañado de Tere Badia, aprovechamos una entrevista con el director de Cultura del Gobierno de Zacatecas para solicitarle un encuentro con el cronista oficial de la ciudad a fin de que nos aclarara algunas cuestiones acerca del templo. No sólo apareció el cronista sino que vino acompañado por el jefe del equipo de conservación: -El sueño dorado de los que están involucrados en este proyecto es reconstruir esta fachada, armar el rompecabezas, y tratar de visualizar los faltantes, que será una labor titánica-, declaraba el cronista, un hombre seco, también algo suspicaz. Pero, ¿por qué este esfuerzo tan enorme en recuperar el templo cuando hay tal cantidad de ejemplos similares en la ciudad?, preguntábamos, insistentes: -Porque si hablamos del templo de San Agustín estamos ya hablando de la patria novohispana, de los nacidos ya en esta tierra, hijos de indígenas, mestizos y criollos-, nos respondió el conservador, aportando toda una batería de sólidas referencias históricas. Sus conclusiones eran que “la patria criolla es la que crea estos monumentos. Es la patria mexicana. Es una muestra clarísima de que el neoclasicismo, cuando llega a México en el siglo XVIII, se barroquiza. No se podían aguantar las ganas, las cornisas se retuercen, y es que el barroco está en la sangre de los mexicanos.”

Bueno, y ahora ¿qué?, preguntamos: “El sueño es ver todo montado de nuevo y expuesto al viento. Pero los ingenieros nos dicen que el templo ya no soportaría el peso. Los rellenos entre los pisos afectaron la estructura. Ahora la restauración que se plantea es virtual. Vamos a proyectar la fachada por la noche. El principal motor va a ser la tecnología, con un complejo sistema multimedia. Será una gran atracción. Será una especie de barroco virtual.”

¿Por qué se han guardado las piedras, perfectamente clasificadas y documentadas, de aquel templo barroco de Zacatecas cuya fachada había sido borrada por iconoclastas protestantes? ¿Cuál fue el impulso de las autoridades y ciudadanos a mantenerlas en dependencias internas, bien custodiadas, y más en un país, cuyo fenomenal patrimonio se está perdiendo por todas partes a causa de una errática y pobre política de conservación?

Más en La memoria administrada, Katz Editores

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Súperbarrocos

En 2007, entrevistamos al artista mexicano Luis Figueroa, co-fundador del grupo Apocalitzin. El mito hispano se basa en esa especie de casualidad que le da a las personas un aire desenfadado, auténtico y popular. Las prácticas marginales, fuente inagotable de escaseces, expresan a veces sus cuitas con abundancia de imágenes. Lo mismo ocurre en Tailandia, Japón, Nigeria o Estados Unidos. Pero en América Latina muchos lo llaman barroco. Figueroa define su obra como naca (hortera) y barrokitsch.

Para acompañar algunas de las imágenes de este video hemos recogido un fragmento de una entrevista de Joaquín Soler Serrano a Alejo Carpentier, en TVE, 1977. Carpentier simbolizó el esfuerzo de muchos intelectuales por actualizar el barroco en clave posmoderna, poniendo al día buena parte de la tradición esencialista.

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Miquel Barceló, pintor de corte

El pintor Miquel Barceló y autoridades inauguraban en 2007 el nuevo retablo de la Catedral de Palma de Mallorca. El pintor, el rey, el obispo, el militar, el gobernador y un retablo barroco. No es el siglo XVII, es el siglo XXI.

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Madrid, fiesta barroca

En 1992, la gran fecha de la hispanidad, se desplegaron toda suerte de autos sacramentales, mojigangas y procesiones. Madrid fue capital europea de la cultura de aquel año. Adivinen lo que se les ocurrió: MADRID, CIUDAD BARROCA!!!!

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Fco. Calvo Serraller y el barroco

Bueno, pues siguiendo el hilo de otra entrada reciente sobre las exposiciones de barroco que ahora proliferan aquí y allá, nada más suculento que el artículo que Francisco Calvo Serraller dedica al tema, en el que intenta dar su interpretación de por qué se ha producido esta atención internacional al gran estilo nacional español.

Su análisis refleja a la perfección la tradicional lectura hispanófila del y de lo barroco. Dice:

«Además de que se haya producido una feliz coincidencia y de que este interés haya ido en aumento a lo largo del siglo XX, me atrevería a decir que ha tenido no poca influencia en ello la crisis del modelo eurocéntrico, interpretado como el canon anglosajón, protestante y burgués, que ha sido hasta hace poco el dominante. En efecto, frente al puritanismo luterano, racionalista, sobrio e higiénico, la efectista explosión barroca, sensual y brillante, con su probada capacidad para el mestizaje antropológico y formal, supone un orden alternativo más elástico e inclusivo. Por último, al haber sido rechazado de entrada, no había sido visto, con lo que se entiende el favor que suscita en lugares donde hasta fechas recientes era una exótica rareza.»

O sea, el barroco español ofrece la salida idónea a la modernidad nórdica enquistada. El barroco, ese estilo «denostado», según Calvo Serraller en el mismo artículo, habría estado agazapado durate siglos a la espera de su reconocimiento y triunfo final. En pocas palabras, parece sugerir que España siempre está por delante de los demás, y que respecto a los sentimientos de inferioridad sólo es una cuestión de tiempo el que se demuestren equivocados.

Así, el autor, identifica el barroco con la esencialista capacidad de la cultura española para ser universal, integradora, etc., cuando a nadie se nos puede escapar que el barroco español en América fue un ejercicio de aculturación, imperialista, tras cuyas fachadas doradas se esconde una de las mayores tragedias socioculturales de la historia.

Ver artículo de Calvo Serraller.

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Catálogo El d_efecto barroco. Políticas de la imagen hispana

La memoria administrada. El barroco y lo hispano

Archivo de prensa (impresa y online) de noviembre de 2010 a abril de 2012

Acerca de este blog

El d_efecto barroco. Políticas de la imagen hispana: un proyecto de investigación sobre el mito barroco en el relato de lo hispano, iniciado en 2004
Exposición y catálogo/DVD en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB), 2010-2011; Centro de Arte Contemporáneo (CAC) de Quito, Ecuador, 2011-2012
La memoria administrada. El barroco y lo hispano, Katz, 2011

Coordinación general: Jorge Luis Marzo y Tere Badia